La sostenibilidad parece haberse convertido en una obligación para muchas empresas. La encuesta revela que más de la mitad (56%) de los encuestados afirman que la sostenibilidad tiene una prioridad "muy alta" o "alta" en la estrategia empresarial de su empresa. El 69,9% ya se ha comprometido o tiene previsto comprometerse con uno o varios de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Las grandes empresas (>500 empleados) son las pioneras, pero las pequeñas (<100) se están poniendo al día a medida que las exigencias de sostenibilidad amplían su alcance y los proveedores, en particular, se ven presionados a avanzar.
Afortunadamente para los que empezaron tarde, el momento en que se puso en marcha la primera acción de sostenibilidad no decide el valor generado. Por el contrario, la encuesta indica que los resultados positivos dependen mucho más de cómo se aborde la sostenibilidad, es decir, de la prioridad que se le dé en la estrategia empresarial, del enfoque estructurado que se aplique y de la visión más amplia que se adopte en todas las dimensiones y temas ESG.
La presión de las partes interesadas para avanzar en sostenibilidad no es la única a la que se enfrentan las empresas. Cada vez se ven más impulsadas a ir más allá. Hasta ahora, la atención se ha centrado predominantemente en la dimensión medioambiental. La ecologización y la reducción de emisiones han sido durante mucho tiempo el objetivo de muchas empresas, probablemente reforzado por la crisis energética. Sin embargo, la nueva realidad de los riesgos, que exige que las empresas aborden toda una serie de riesgos (desde la seguridad de la información, la lucha contra el soborno y la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI), por mencionar algunos), las está obligando a ampliarse a la dimensión social y, especialmente, a la gobernanza.
Esto puede parecer una tarea desalentadora para muchos. Pero las empresas que ya confían en un sistema de gestión certificado para cumplir sus objetivos empresariales y su estrategia pueden tener una ventaja. Hasta un 83,5 % cree que un sistema de gestión le ayuda a cumplir sus compromisos en materia de ESG o sus ambiciones en materia de SDG. Un sistema de gestión que cumpla una norma ISO, por ejemplo, también puede ser certificado por un tercero independiente. Los resultados de la encuesta revelan claramente la necesidad de generar confianza, especialmente hacia las partes interesadas externas, que son también las principales impulsoras de las iniciativas de sostenibilidad de las empresas.