¿Cómo pueden los sistemas de gestión ayudar a las empresas a ser más sostenibles?

Según la reciente encuesta ViewPoint de DNV, la sostenibilidad ocupa un lugar destacado en la agenda de la mayoría de las empresas. Hoy en día, las empresas se enfrentan a la demanda de prácticas sostenibles demostrables por parte de clientes, reguladores y otros stakeholders. La mayoría aseguran que un enfoque estructurado es beneficioso en la búsqueda para cumplir con los compromisos ASG y ODS. Ahora bien, ¿cómo ayudan a este cometido las normas ISO, los sistemas de gestión y la certificación?

Un sistema de gestión es un medio que cualquier organización puede utilizar en su trabajo para cumplir las aspiraciones en materia de ASG y ODS. Puede que no sea lo primero que viene a la mente cuando se establecen estrategias e iniciativas ASG o ODS. Sin embargo, el valor de un enfoque estructurado de este tipo ha sido reconocido por la mayoría en la reciente encuesta ViewPoint de DNV “Are companies committed to sustainability?”.  Más del 80% está totalmente de acuerdo o parcialmente acuerdo en que un sistema de gestión proporciona un apoyo eficaz para que una empresa cumpla sus compromisos ASG o ODS.

Sin embargo, ¿qué es lo que hace que un sistema de gestión sea un activo tan valioso?  Muchas empresas implantan un sistema de gestión certificado para cumplir un requisito de ticket-to-trade*? o mejorar en un área específica crítica para sus objetivos y estrategia empresarial. En paralelo, este mismo proceso también se podrá utilizar para apoyar las aspiraciones ASG y ODS de una manera estructurada. Sin embargo, para obtener este doble beneficio, las empresas deben realizar primero una evaluación y un análisis de la materialidad, que le permitirán definir sus aspiraciones generales en materia de ASG y/o ODS. Seguidamente, los objetivos aislados de una dimensión o cuestión específica podrán gestionarse y mejorarse con el apoyo del sistema de gestión correspondiente.

Por ejemplo, la norma medioambiental ISO 14001 proporciona prácticas y directrices bien establecidas y, por tanto, contribuye claramente a la dimensión medioambiental de la sostenibilidad. Implementar el sistema de gestión en esta área, puede ayudar a una organización a cumplir con los compromisos específicos relacionados con la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos ambientales. En línea con los requisitos de la norma ISO 14001, el sistema de gestión permite un enfoque estructurado enfocado a mejorar el rendimiento. Todo ello ayuda a identificar y gestionar los riesgos, establecer líneas de base y objetivos de mejora, supervisar y gestionar el rendimiento y, en última instancia, cumplir las obligaciones de conformidad, los compromisos con los clientes y los objetivos de la empresa. La certificación por parte de entidades independientes facilita el rendimiento a los stakeholders internos y externos. Es decir, más allá de ser un ticket-to-trade*, el sistema de gestión también puede apoyar ASG y otros criterios o estándares relacionados con la sostenibilidad.

Apoyarse en un sistema de gestión también es realmente beneficioso para las empresas, especialmente si tenemos en cuenta la amplitud y complejidad de las cuestiones que deben gestionar en su día a día.  Además de las principales normas ISO sobre la gestión de la calidad, el medio ambiente y la seguridad, existen normas específicas relacionadas con la lucha contra el soborno, la diversidad, la equidad, la inclusión, la seguridad de la información y la continuidad de las actividades, así como normas específicas de un sector. De este modo, las organizaciones pueden seleccionar la norma adecuada en función de sus aspiraciones identificadas en materia de ASG y/o ODS. También pueden integrar diferentes sistemas de gestión para un enfoque holístico, ya que la mayoría de las normas se basan en una estructura similar y todas las demás normas ISO siguen el ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PHVA).

ISO 14001 es sólo una de las normas en las que las empresas pueden apoyarse para cumplir sus compromisos ASG. Esta tabla muestra una visión general de algunas normas de sistemas de gestión y la dimensión ASG a la cuál contribuyen principalmente.

¿Qué dimensión ESC pueden apoyar las normas?

 

¿Cómo funciona el ciclo PHVA? La respuesta breve es que proporciona una estructura cíclica para comprender qué problemas se deben gestionar, aplicar medidas para abordarlos, comprobar cómo han funcionado y realizar correcciones en función de esta información, para así obtener una mejora continua. No se debe olvidar que la razón principal para implantar un sistema de gestión suele ser la necesidad de certificación por una tercera parte independiente como DNV. Empezando por el ciclo PDCA, revisemos cómo las empresas pueden utilizar el mismo enfoque para cumplir con los compromisos ASG y ODS.  Seguiremos con nuestro ejemplo de la ISO 14001.

Planificar

Esta es una fase clave para que una empresa comprenda los riesgos y oportunidades medioambientales que se deben abordar. También proporciona la base para establecer sus aspiraciones en materia de medioambiente, incluidas aquellas relacionadas con las los criterios ASG y/o ODS de la empresa.

¿Cómo apoyan los sistemas de gestión los objetivos de sostenibilidad?

¿Cómo apoyan los sistemas de gestión los objetivos de sostenibilidad?

Uno de los procesos clave exigidos por la norma ISO 14001 es identificar los aspectos medioambientales siguiendo la perspectiva del ciclo de vida, y determinar los aspectos que se consideran significativos, teniendo en cuenta en criterios definidos por la organización. Se espera que esta fase abarque todas las actividades relevantes de la empresa e incluya los aspectos relacionados con sus productos y servicios. Habitualmente, se incluyen los siguientes aspectos:

  1. Emisiones a la atmósfera
  2. Vertidos al agua
  3. Emisiones al suelo
  4. Uso de materias primas y recursos naturales
  5. Uso de energía
  6. Energía emitida (por ejemplo, calor, radiación, vibración (ruido), luz)
  7. Generación de residuos y/o subproductos
  8. Uso del espacio

Además de los aspectos medioambientales significativos, los riesgos y oportunidades también pueden surgir de cambios en las cuestiones internas y externas que afectan a la empresa, así como de los requisitos de los stakeholders, incluidos los obligatorios a través de la legislación (permisos, reglamentos, etc.).

Por lo tanto, esta información es un buen punto de partida para que una empresa analice la materialidad de los ASG y/o los ODS en con respecto a las cuestiones medioambientales que luego servirán de base para determinar sus aspiraciones relacionadas.

Como parte del proceso de planificación, la dirección debe establecer su política medioambiental, sus objetivos y sus indicadores clave de rendimiento. Estos deben estar relacionados con los riesgos y oportunidades identificados, incluidos los compromisos determinados para los ASG y/o los ODS. Ser específico permite que las personas dentro de la organización alineen su enfoque y establezcan estrategias para lograr los objetivos antes mencionados. Algunos ejemplos de indicadores clave de rendimiento en la gestión medioambiental podrían ser la reducción de la huella medioambiental global, la mejora del rendimiento en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero, los residuos, los efluentes hídricos, el uso de recursos naturales, etc.

Por último, siguiendo todos estos procesos, la organización podrá identificar los recursos necesarios para aplicar de manera eficiente las estrategias y acciones identificadas. Esto implica también determinar los requisitos de formación y cualificación.

Hacer

Esta es la fase en la que la organización pone en práctica las acciones planificadas para abordar los riesgos y oportunidades ambientales identificadas. Estas acciones deben incluir medidas para controlar las operaciones de manera que cumplan con las aspiraciones y objetivos generales de la organización en materia de ASG y/o ODS. Todas las normas ISO incluyen requisitos sobre controles operativos. Con respecto a la gestión medioambiental, los controles operativos pueden aplicarse para ayudar a la empresa a reducir los residuos, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar el abastecimiento de materiales sostenibles, etc. A medida que las empresas integran en los procesos operativos medioambientales los controles que dan soporte a los ODS, introducen estas dimensiones en la cultura de trabajo de la organización.

Verificar

Es fundamental que las organizaciones controlen y midan sus resultados y logros medioambientales globales. Deben verificar si se están cumpliendo los objetivos previstos y se están siguiendo los indicadores clave de rendimiento. Los métodos de verificación pueden incluir revisiones de rendimiento, auditorías, inspecciones y revisiones de la gestión. Naturalmente, esta fase es esencial para las organizaciones que están interesadas en una certificación independiente. La verificación es una etapa que las organizaciones pueden utilizar para establecer las líneas de base necesarias, medir el progreso y verificar cómo el desempeño de su gestión ambiental está contribuyendo a las aspiraciones relacionadas con los ASG y/o los ODS.

Actuar

Para completar el ciclo PHVA, las organizaciones deben aplicar las acciones correctivas necesarias, abordando las áreas en las que existen problemas. En el lenguaje de la certificación estas áreas se denominan “inconformidades” con respecto a los requisitos de la norma ISO 14001. Las acciones correctivas están diseñadas para evitar que se repitan y mejorar el rendimiento.  Si la organización está certificada, es obligatorio abordar o subsanar las “inconformidades” para obtener el certificado. 

Básicamente, los resultados de la fase de comprobación impulsan la identificación de oportunidades de mejora continua. Los resultados de la fase de actuación retroalimentan la fase de planificación, completando el ciclo y contribuyendo a la mejora continua y el cumplimiento de los compromisos medioambientales ASG y/o ODS de la empresa.

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