La industria alimentaria tiene hambre de big data
Existe una tendencia creciente, en todas las industrias y sectores, de utilizar el análisis de datos para gestionar el rendimiento y los riesgos. Éste es el núcleo del big data: la capacidad de utilizar los datos para obtener conocimiento procesable, visiones y predicciones.
Cada día se crean 2,5 trillones de bytes de datos, almacenados desde sensores, publicaciones en redes sociales, registros de transacciones de compras y así continua la lista, incluyendo los datos generados a través de las operaciones diarias de las empresas. Las cifras no pueden ser más grandes, pero la capacidad de "pensar a lo grande" no viene del mero volumen en sí mismo, sino de lo que haces con la información.
¿Piensan a lo grande las empresas de alimentación y bebidas?
Si analizamos los datos del informe ViewPoint centrándonos únicamente en las empresas de alimentación y bebidas, vemos que esta industria parece estar un paso por delante de las demás en su enfoque para el big data. Los encuestados que representan a este sector reflejan el mercado cuando se trata del número de empresas que indica que ya han llevado a cabo como mínimo una acción. Ven el big data como oportunidad y no como amenaza. Más del 25% de los encuestados indican que la aplicación del big data ya ha impulsado su productividad y creación de valor y 1 de cada 4 parece tener, además, una estrategia clara para la cuestión.
Las empresas de alimentación y bebidas no dan datos, en general, que indiquen que se hayan beneficiado más que el total de la media por sus esfuerzos en big data. Pero sus acciones escogidas y por ello sus beneficios parece que se mueven alrededor de la eficiencia y el ahorro financiero, la reputación de marca y la gestión de la cadena de suministro. Esto podría ser un indicador de que las empresas encuestadas consideren que los conceptos de big data tienen el potencial de ayudarles a hacer frente a márgenes ajustados al mismo tiempo que gestionan su reputación de marca y un panorama de riesgos complejo y siempre creciente.
Y las expectativas son, para casi la mitad, que el big data impactará en su empresa en los próximos 2-3 años. Para muchos de ellos, el "cómo" aún está por verse. Parece que hay optimismo hacia el potencial presente y futuro, y las empresas de alimentación y bebidas también indican menos barreras para aprovecharse del big data.
La industria de alimentación y bebidas es reconocida por ser una industria colaborativa, especialmente en cuestiones de seguridad alimentaria. Esfuerzos como la Global Food Safety Initiative (GFSI) han tenido un impacto real. Es un ejemplo de lo que se puede hacer, beneficiando a todos, cuando una industria determina un asunto no competitivo y decide trabajar de forma conjunta. Será interesante ver, dada la naturaleza avanzada de las empresas de alimentación y bebidas, si esto se verá ampliado, acelerado e incentivado por el big data, hacia áreas nuevas o relacionadas. El potencial de compartir datos para hacer frente al fraude alimentario o a la trazabilidad, por ejemplo, es una cuestión interesante.